martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 15






Roberta está sobre su cama llorando mirando la foto de Félix que está con ella y Juan. Le parece estar viviendo una pesadilla:
--era mentira... todo era mentira... ¿¿qué clase de hombre eres tú? con esa cara de bueno... ¡¡¿cómo me has podido engañar de esa manera¡¡?
Piensa en la manera en la que él ha defendido su amor:
--ojalá fuera verdad... ojalá...
La cama está sin hacer, aún está muy presente el olor del chico. Hace nada estaban haciendo el amor.

Félix hace su maleta derrotado. Luchó y perdió. Se siente hundido y ya no tiene fuerzas para luchar.
--Roberta nunca me va a perdonar... ¡en maldita hora ese desgraciado embarazó a mi hermana¡¡¡ahora el muy maldito debe estar riéndose en su tumba porque me venció¡¡yo no voy a poder demostrarle a Roberta que la amo, almenos me llevo el recuerdo de su amor que ha sido mucho mayor que el que sintió por el finadito porque si lo hubiera querido no se habría acostado conmigo.
No olvida guardar en su maleta las fotos que tiene de ella. Sale del cuarto. Se emociona al oírla llorar:
--me ama, me está amando a pesar de todo...
Félix quiere armarse de valor pero no puede. Recuerda la dureza de ella y ya no soportaría otro rechazo. Además ella está demasiado herida y tampoco la quiere lastimar más. En medio del pasillo está la toalla mojada que llevaba él y que fue la que comenzó todo. La deja atrás. Milagros espera a su hermano impaciente:
--¡¡ya era hora¡¡¿por qué has tardado tanto??
Con la mirada rota, Félix dice:
--tenia que recoger mis cosas.
Milagros lo besa en la mejilla:
--estoy tan orgullosa por ti, te has portado como todo un héroe vengando a mamá, a mi de lo que nos hizo tu papá¡¡
--¡¡ya... no quiero que llames mi papá a ese maldito¡¡ --dolido.
--bueno... está bien... ¿y ahora qué es lo que vamos a hacer?
Félix mira con amargura el departamento en donde ha pasado los días más felices de su vida. Se le escapan las lágrimas. Milagros hace la que no se da cuenta. Lo abraza:
--¡¡que contenta estoy de que volvamos a estar juntos...¡¡
--Si a papá le va a dar mucho gusto ahora cuando volvamos... ¿y ya sabe que va a ser abuelo?
--¿¿como crees? no va a ser abuelo y no vamos a regresar ahora... yo vine a abortar, supongo que me vas a ayudar...
Félix la mira triste:
--¿vas a abortar?
--¿¿es que quieres que tenga ese hijo? todo el pueblo se va a reír de mi y bastante se rió ya el papá... ¡¡no quiero un hijo de ese tipo¡¡
--A mi me da pena que no nazca, es mi sobrinito.
--y tu hermano... --recalca ella.
--¡¡eso no lo vuelvas a repetir¡¡ --fuiroso.
--pues es la verdad y si no lo quieres oír así pues será peor cuando haya nacido... ¡¡imagina si sale igual a él¡¡
--aún así, aunque sea el hijo de Satanás. No me parece bien que abortes...
--¡¡A mi tampoco me parece bien que te hayas acostado con esa vieja pero claro te comprendo porque lo has hecho por mi y por mamá¡¡¡eres un sol¡¡
Milagros le da un beso, él fuerza una sonrisa. Está dolido por la ruptura con Roberta y tampoco quiere ahora causarle ese dolor a su hermana, decirle que ama a la viuda del hombre que la violó. Tampoco tiene caso. Así que se traga su dolor.
--yo no tengo plata... sólo la justa para el viaje... espero que tú me puedas dejar.
--¡¡pero es que eso que quieres hacer es muy peligroso... te puedes morir¡¡
--me hablaron de un doctor muy bueno... nada va a pasar... por favor... no me dejes sola en esto...
--yo nunca te dejaré sola...
--lo sé... has llegado my lejos por mi... ¡¡acostarte con esa vieja¡¡¡qué asco¡¡
--¡¡ya, no hables más de Roberta¡¡ --dice Félix destrozado.
Con ironía, Milagros dice:
--¡¡sí, debió ser una pesadilla para ti, pobrecito. Mejor ya olvidar a la vieja¡¡
Félix no dice nada pero está deshecho. Se dirigen a la parada del autobús.
--cerca de donde yo trabajo hay una pensión... nos quedaremos ahí, decidas lo que decidas yo estaré a tu lado y luego nos iremos a casa...



Los dos hermanos se instalan en la pensión. Félix va tarde al trabajo. Juan Segundo lo esperaba preocupado:
--¡¡ya era hora, loco, ¿¿qué te pasó? ¡¡me tenias preocupado¡¡he llamado a casa pero nadie me contestaba¡¡
Félix no puede con su dolor y lo abraza:
--perdóname... yo te juro que no os quería hacer daño...
Juan Segundo siente su dolor:
--a ver dime... que ha pasado...
--me enamoré de tu madre... y ella de mi...
Juan Segundo la mira dolido:
--lo sé... y aunque no me gusta, aunque me parece pronto... si ella es feliz...
--pero es que ahora me odia... y todo por culpa de Rafael...
--es normal que tenga dudas, eres el hijo de su esposo...
--no tiene dudas por eso y me lo ha demostrado...
--¿qué tan lejos han llegado? --pregunta Juan Segundo dolido.
--prefiero no darte los detalles. Si te digo que los dos nos amamos y que ahora los dos sufrimos porque no estamos juntos¡¡
Félix se tiene que cambiar para trabajar, así que hablan en los vestuarios, Félix está ya medio desnudo:
--cuando yo les busqué fue para vengarme de Rafael... ¡¡mi mamá sufrió un infarto por su culpa y además... él violó a mi hermana¡¡
--¡¡Rafael era de lo peor... ya me extrañaba a mi que tú lo quisieras¡¡¡si mi padre regresara... yo no sé de lo que soy capaz¡¡
--¡¡me quise vengar pero él ya estaba muerto y yo me enamoré de tu madre, desde el primer momento me quedé porque deseaba amarla... ¡¡
Juan Segundo se siente incómodo, no le gusta que un chico de su edad le hable de amor con su madre pero lo escucha pacientemente.
--lo que pasa es que recién vino mi hermana... espera un hijo de Rafael...
Félix habla con mucho odio. Juan Segundo resopla:
--lo que faltaba para complicar la cosa...
--la cuestión es que ella oyó una discusión que tuvimos tu madre y yo... sabe que pasó algo... ¡¡yo no me atrevería a decir claramente a mi hermana que amo a la viuda del hombre que la violó y ella cree que enamoré a tu madre por venganza... ¡¡¡pero te juro por mi vida que no es verdad...¡¡¡¡por mi madre que está en el cielo te juro que mi amor por Roberta es lo más sagrado que he sentido nunca¡¡
Juan Segundo se muestra muy fraternal con él:
--tranquilo, yo sí tenia dudas sobre ti. No sabía si te querías acostar con mi madre simplemente o ibas más en serio pero sé que no era por venganza...
Félix lo abraza. Le reconforta que crea en él.
--pero es importante que le digas la verdad a mi madre, si se entera por otro lado...
Félix lo interrumpe:
--ese es el problema... que se enteró... nos oyó hablar a mi hermana... me echó de la casa... y yo no sé cómo explicarle... ¡¡y la amo¡¡¡te juro que la amo¡¡
Juan Segundo ve dolor en sus ojos, le pone la mano en los hombros y dice:
--todo ha pasado muy rápido... debes entender que sólo hace un mes que enviudó... en situación normal tampoco sería prudente...
--¡¡pero yo sé que la amo y ella a mi¡¡me lo ha demostrado¡¡
Las insinuaciones de que hicieron el amor le duele:
--no quiero saber detalles... para ti es normal, mi madre es solo una mujer... para ella no... ¡¡piensa en Bartolomeito ¡¡ yo hablaré con mi madre, la convenceré de tu amor pero tú me tienes que prometer que no te acercarás por mi casa... para no confundir a Bartolomeito ... a ver que le inventamos y sobretodo para que mi madre reflexione sobre si te ama o no ¡¡cada hombre tenemos una mujer que se os ha sido reservada por destino y si mi madre es esa mujer, la lograras...

Dolida, Roberta le inventa a Bartolomeito que Félix tuvo que regresar a su pueblo por un problema familiar pero le tiene que asegurar que va a volver. Roberta desea retirar esa foto, de los 3 chicos, que tiene junto a la de Rafael que también le molesta. Pero de la misma manera que no sacó la de Rafael por el que dirán, tampoco se atreve a sacar esa.

Aburrida y sola en la pensión, Milagros sale a dar una vuelta. Alguien sale de una fábrica muy precipitamente y se dirige a su coche. Se choca con Milagros a la que tira. Ella lo mira fascinada desde el piso. Le parece un chico muy guapo. Muy seductor y que le gusta mucho.
--perdoname, no te vi --le dice Juan Segundo.
Juan Segundo ayuda a esa joven a levantarse. Los dos se han gustado y se miran excitados y encantados de estar el uno frente al otro.

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