martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 25














Félix está inconsolable, Juan Segundo trata de animarlo:
--esto se va a solucionar, tranquilo. Yo sé lo que hay que hacer.
Félix llora:
--¿y cómo se va a arreglar? Con esta amenaza sobre su cabeza, Roberta nunca me va a aceptar. La perdí para siempre.
Juan Segundo le pone la mano en los hombros y le dice triste:
--Milagros ha estado hablando con un hombre, incluso sé que en qué hotel se iban a encontrar hoy, yo estoy seguro que fue tu hermana la que se puso en contacto con Bartolomé.
--¿¿¿¿¡Milagros?¡¡¡¡¡no puede haber llegado tan lejos.
Juan Segundo se traga su dolor:
--espero estar equivocado.
Juan Segundo se levanta:
--yo ahora voy a salir, quedas en tu casa.
--donde vas?
--a hacerle pagar a esos dos con su propia medicina.
Juan Segundo se va decidido, Félix se queda deshecho pensando en Roberta, en los momentos de amor que han pasado juntos. Y le duele en el alma que ella lo haya echado de su vida. Roberta está destrozada en su cama, llora pensando en Félix, en los instantes tiernos y en los más duros que recién acaba de vivir.

Mientras Bartolomé y Milagros están en la cama comportándose como bestias. El hombre está feliz de tener esa jovencita para él y con tal de poseerla estaba dispuesto a hacer lo que fuera. Milagros no se siente seducida por él, siente asco de sus besos y de sus caricias pero es mayor el odio que siente contra Roberta. No imagina que su esposo está llegando al hotel con un equipo parecido al que llevó Bartolomé a casa de Roberta. Juan Segundo, mediante soborno a un empleado, logra que lo dejen entrar al hotel y llegar hasta esa habitación. Se abre la puerta y sobre la desnuda pareja aparece fotógrafos, un notario. Bartolomé y Milagros miran a su alrededor incrédulos. Juan Segundo se enfrenta a ellos:
--¿y ahora qué?¿cómo se sienten ahora al ser ustedes los humillados?
Bartolomé lo que lamenta es la interrupción justo en el mejor momento. Milagros se muere de la pena. El encuentro es más tranquilo. Luego de hacer las fotos y que el notario levanta el acta, Juan Segundo le pide a todos que se vaya, menos a los dos amantes. Juan Segundo mira a Milagros decepcionado:
--yo lo he dado todo por ti, no me esperaba una cosa así.
Bartolomé se levanta desnudo de la cama, empieza a vestirse:
--a mi me disculpan, yo me voy. En cosas de matrimonios nadie se debe meter.
Juan Segundo le da un empujón y lo tira a la cama:
--¡¡no, tú no te vas¡¡¡tú renunciaste a tu hijo y no tienes no voz ni voto¡¡¡quiero que hables con mi madre y le asegures que no vas a hacer nada en contra de Bartolomeito ¡¡
--A mi esta chica me buscó y me dijo que íbamos a coger. Si no se pudo pues yo me voy y lo olvido todo.
Juan Segundo mira a Milagros que agacha la cabeza con vergüenza:
--¡¡cuando me dijiste que no te ibas a acostar conmigo sino separaba a mi madre de Félix no me esperaba que te revolcaras con cualquiera¡¡
Bartolomé se abrocha los pantalones mirando a Milagros y a su esposo burlón.
--por favor, es mejor que hablemos de esto en otro momento¡¡ --Milagros
--¡¡no, hablamos ahora. Yo te juro que mi hijo tendrá su padre pero tú ya no existes para mi¡¡si vuelves a molestar a mi madre estas fotos que he hecho hoy las llevará a tu pueblo y todo el mundo sabrá qué clase de mujer eres¡¡¡Así que por tu bien, procura que Bartolomé cumpla con su parte del trato¡¡¡
Milagros lo mira con miedo:
--¡¡no me puedes hacer esto¡¡claro que sí¡¡
Luego mira a Bartolomé y dice:
--y quiero que me des los negativos de las fotos que le has hecho a mi madre, que hables con ese notario y que rompamos todo.
--está bien, a mi no me importa nada.
Milagros está furiosa porque su plan de separar a Roberta y a Félix no ha salido como esperaba, está triste por el rencor con el que la mira su marido, siente vergüenza que él la haya visto con otro hombre.







Al rato, Roberta está en su casa. No puede dormir. Está en el salón mirando la foto de Félix con sus dos hijos. De repente se sorprende al oír que se hable la puerta. Y entran Juan Segundo con Milagros y Bartolomé.
--¿¿qué significa esto?
Juan Segundo abraza a su madre:
--Milagros convenció a Bartolomé para que viniera a separarte de Félix pero Bartolomé no está interesado en hacerte daño. ¿verdad?
--tienes mi palabra que no haré nada contra ti –Bartolomé.
Roberta está muy sorprendida, no entiende nada.
--mañana me darán los negativos de esas fotos y el acta. Piensa que todo esto fue una pesadilla, ninguno de los dos hará nada en contra de tu felicidad. --Juan Segundo.
Aunque así lo aseguran tanto Bartolomé como Milagros, sólo Bartolomé si es sincero porque le da igual. Por dentro Milagros jura que hará algo que destruya para siempre esa pareja pero sin que sepan que ella está detrás de todo. Juan Segundo deja a los tres solos que se miran con tensión y entra en la habitación de Bartolomeito que no hace más que llorar. Se abrazan.
--¿te has enterado de lo que ha pasado?¿de lo que ha hecho Félix?. ¿porque hizo eso?
--Félix ama a nuestra mamá como hombre.
--pero yo vi en una película que un hombre violaba a una mujer porque ella no quería estar con él.
--es que mamá si quería. Tu papa estuvo aquí, obligó a mamá a decir esas cosas feas. Tu ya eres un hombrecito y debes entender.
--pero la policía… mamá. .. ¿¿mi papá?
Bartolomeito tiene la cabeza echa un lio. Juan Segundo lo abraza:
--tú debes querer mucho a Félix, a mamá, no trates de entender las cosas.

Muy distantes, Juan Segundo y Milagros llegan a su apartamento. Allá los espera Félix.
--ya todo está claro. Es mejor que dejes pasar esta noche y mañana ya puedes ir a buscar a Roberta.
Félix mira a su hermana con reproche:
--pero me voy a una pensión, no puedo quedarme a dormir en casa de una mujer que quiere mi perdición.
Milagros no se defiende aunque se queda triste cuando su hermano la rechaza y cuando Juan Segundo también la ignora.
A la mañana siguiente, Milagros se levanta. Juan Segundo está quemando los negativos y todo lo que compromete a Roberta.
--ya que la honra de tu madre está a salvo. Espero que también rompas las que me hiciste a mi.
Muy serio, Juan Segundo dice:
--¡¡no, eso me lo guardo yo¡¡¡así me aseguro que nunca más vuelvas a meterte en medio de la relación entre mi madre y tu hermano¡¡
Juan Segundo se encierra en la cocina, Milagros está furiosa:
--¡¡sea como sea tengo que encontrar alguna manera de separarlos sin comprometerme¡¡

Muy nervioso, Félix llega a casa de Roberta. Toca la puerta. Roberta lo recibe muy nerviosa, está tensa. Él la abraza.
--mi amor, ya sé que todo pasó.
Félix sonríe a Bartolomeito . Roberta se aparta incomoda. Se va a la cocina. Bartolomeito se acerca a él. Félix se pone en cuclillas. Acaricia la cabeza del niño:
--¿qué pasó campeón?
El niño lo mira un poco confundido y pregunta:
--¿tú quieres a mi mamá como si fueras un papá?
Félix lo acaricia con ternura y le dice:
--sí, yo me quiero casar con tu mamá.
--¿los hermanos se pueden casar con sus mamás?
El niño habla con sorpresa, Félix es muy tierno, lo trata muy paternalmente.
--las cosas de los adultos es muy difícil de hacerlas entender. pero espero que tú confíes en mi. Yo amo a tu mamá.
--pero es que mi hermano y mi mamá. ¿Eso se puede?
--es que yo no soy tu hermano. tu mama no es mi mamá.
--pero tu papá era mi papa
--no es asi, mi papá no fue tu papá de verdad aunque tú solo hayas conocido a ese papá. ni aunque lo fuera. tu mamá no tiene nada que ver conmigo de sangre. Podemos ser una pareja de novios normales.
--¿si?¿se puede?
Félix le sonríe y le da un beso en la mejilla:
--yo quiero que me veas como tu papa.
--no puedo, tienes la edad de mi hermano.
--pues mírame como lo que quieras, pero quiero que entiendas que yo amo a tu mamá como la amaría un hombre, un esposo, un papá porque ella no es nada mío. Puedo ser su esposo y es lo que los dos queremos. Espero que tú lo comprendas y nos apoyes.
Bartolomeito abraza a Félix:
--yo lo que quiero es que mi mamá sea feliz y que tú estés con nosotros.
--yo te voy a querer mucho a ti y a ti mamá.
Roberta los está mirando con un nudo en la garganta. Félix mira a Roberta feliz, seductor. Está seguro que ya nada impide su amor.


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