martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 3


Mientras Roberta prepara su maleta para irse de viaje, Juan Segundo se acerca a ella.
--Mamá, no deberías permitir que tu marido te hiciera hacer cosas que tú no quieres...
--¿de qué hablas?
--pues que ir a conocer a un hijo al que abandonó es una falta de dignidad...
Roberta acaricia a su hijo:
--a mi me parece normal que yo quiera conocer al hijo de mi marido, y él no me obligó a nada... era a mi a quien le hacía ilusión conocerlo. Y bueno... aunque él no hable de eso sé que a Rafael le hace ilusión conocer a su hijo, es su derecho ¿no?
--¡¡es que te escucho y no lo creo¡¡¿¿a caso a ti te gustaría que viniera a vernos ese hombre que te engañó y con su esposa?
Roberta se pone seria:
--no saques las cosas de lugar.
--Mamá, es el mismo caso... al contrario... yo no tengo un padre y ese muchacho sí.
--¡a ti nunca te ha faltado de nada¡¡
--por lo mismo, creo que la vas a hacer mucho daño a ese chico y por eso me extraña que tú, que te abandonaron con un hijo en tu vientre, seas la que insista en ese viaje¡¡¿a caso te gustaría que ese hombre, mi padre, regresara de la nada reclamando derechos sobre mi?
--bueno no pero... ¡¡no me pongas nerviosa¡¡Yo quiero conocer al hijo de mi marido y a la madre de su hijo¡¡y ya está¡¡¡y ahora no me molestes¡¡
Roberta sigue con los preparativos del viaje, Juan Segundo se va triste.


Por otro lado, María está desempacando sus cosas. Mientras Félix habla con su padre porque desea saberlo todo de la luna de miel, Milagros entra al dormitorio de su madre.
--¿podemos hablar?
--si claro... ¿tienes algún problema?
--No, bueno sí... tal vez.
María sonríe a su hija:
--¿en qué quedamos en si, no o tal vez? Ven... cuéntame...
La mujer acaricia a su hija maternalmente, lo hace sentar en la cama.
--dime, lo que sea en confianza... ya sabes que me gusta que me veas como a una amiga...
Milagros sabe que a su madre no le va a gustar lo que le quiere preguntar:
--¿cuando crees que una mujer debe tener su primera vez?
--hija, ¿a qué viene eso ahora'
--no sé... si has tenido dos hijos sin estar casada... no sé si... ¿debería hacer el amor con un chico sólo porque me gusta?
María está sofocada:
--¡¡claro que no¡¡¿¿cómo se te ocurre eso?? Una sólo debe entregarse al hombre que ama.
--pues quiero saber del padre de Félix, de su verdadero padre...
María se levanta, está molesta:
--¡¡no sé a qué viene esa pregunta¡¡¡
-- quiero saber porqué él no se preocupó por mi hermano, ¿tú no lo quisiste? ¿te le regalaste por pura diversión? Según tú yo sólo puedo hacer el amor si estoy enamorada... ¿tú estabas enamorada del padre de Félix?
Milagros mira a su madre con cierto reproche.
--¡¡eso pasó hace muchos años... No sé para qué me sacas el tema si sabes que me pongo de mal humor¡¡
--pero es que yo...
Alertado por los gritos de María, Manuel y Félix entran en el dormitorio. Al ver a su hijo, María entre lágrimas dice:
--¡¡tu padre no quiso saber de mi al saber que estaba embarazada... me humilló como jamás nadie me humilló y siempre lo odiaré por eso¡¡¡espero no verlo nunca porque si no, creo que lo mataría... ¡¡es un canalla que no merece que pensemos en él¡¡
María sale del cuarto con su marido. Padre e hijo miran a Milagros muy molestos. Milagros abraza a su hermano con angustia:
--¿¿qué es lo que te pasa?¿porqué esa obsesión tuya por saber ahora de mi padre??
--es que forma parte del pasado de nuestra madre y ya que ella siempre me pone pegas cuando salgo con un chico, no le gusta ninguno de mis novios y me da mil y uno sermones sobre la importancia de la primera vez pues tengo derecho a saber qué edad tenía ella. No creo que viviera su primera con tu padre... ¿cuántos hombres ha tenido en su vida?
--eso es algo que a ti ni a mi no nos importa... olvida el tema... Mamá quiere que no cometas sus mismos errores pero al fin y al cabo cada vida es una sola... tú decidirás lo que sea mejor para ti.
--pero es que todas mis amigas se ríen porque soy virgen y yo pensé que debería esperar a tener un amor romántico... Mi mamá me insistía mucho en eso y yo siempre pensé que tus papás se quisieron mucho pero parece ser que no fue así... entonces ¿es que nuestra madre fue una loca?
--no hables así de ella... cuando conozcas a un chico con el que quieras hacer el amor lo harás sin preocuparte de lo que diga mamá... así que no te preocupes más de tonterías...
Los dos hermanos salen del cuarto hablando. Al rato Manuel sale y se enfrenta a ellos:
--vuestra madre se ha tenido que tomar una pastilla para el corazón... ¡¡sabéis que está delicada y que no se le puede molestar con tonterías¡¡está prohibido mencionar lo que ya sabéis¡¡
Milagros agacha la cabeza:
--fui mi culpa es que yo...
Manuel no la deja seguir, la mira con dureza y le dice:
--¡¡pero nada¡¡ y esto va para los dos... ¡¡no volváis a sacar ese tema¡¡
--¡¡claro que sí, para mi tú eres mi padre y no quiero saber nada más¡¡ --Félix.
Entonces los dos hombres miran a Milagros que a regañadientes dice:
--si, lo prometo.
Manuel los deja solas, Milagros se siente muy culpable. Su hermano, con su cariño, trata de calmarla:
--ya olvida lo que ha pasado pero no vuelvas con tus preguntas... no tiene caso y ya ves lo mal que se ponen nuestros padres y no tiene caso darles un disgusto por culpa de ese hombre...

Y llega el fin de semana, Roberta amanece mareada. Se siente fatal.
--¿qué será lo que tienes?
--No sé... nunca me había pasado algo así...
--bueno, pues el viaje tendrá que esperar...
--No mi amor, no me hagas sentir mal... Ve con tu hijo, háblale de mi... no sé... dile que lo quiero conocer, que venga en vacaciones...
--no me quedo tranquilo, este viaje lo planeaste tú y no me parece que tenga sentido hacerlo solo...
--Juan Segundo me va a cuidar... además, no sé siento que debes ir, que es el destino...
Rafael sonríe:
--eso es una tontería...
--no me hagas enojar y vete con tu hijo.
Finalmente Rafael hace caso a su esposa. En la puerta Juan Segundo lo mira con muy mala cara. Rafael no dice nada y se va.

Muy nervioso, Rafael toca a la puerta. Hable Milagros. Ella lo mira con interés. Él está muy nervioso:
--¿que desea?
A Rafael le tiembla la voz:
--Félix... Félix Ortega...
--¿de parte de quien?
Rafael no puede contestar porque María ha reconocido la voz de él, de la impresión siente un gran pálpito. Se lleva la mano al corazón.
--¿¿qué haces aquí?
Rafael no reconoce a esa mujer:
--¿tú eres María?
María lo bofetea:
--¿¿qué haces aquí?? ¡¡ni siquiera me recuerdas... a que has venido¡¡?
--yo... sé que me porté mal pero quería...
Rafael se calla, Milagros lo mira con interés:
--¡¡tú eres el papá de Félix ¿no?¡¡
María está molesta, Rafael sonríe con ternura. Milagros entra en la casa:
--¡¡Félix, Félix¡¡¡¡está aquí tu papá¡¡
Félix no sale de su asombro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario