martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 27 (y último)






Aunque quiere decirle que sí, Roberta no se atreve:
--como crees? mi esposo murió hace 4 meses.¿cómo crees que me voy a volver a casar tan pronto?¿qué dirá la gente?
Félix la abraza con desesperación:
--vayámonos de barrio, que nadie sepa nada de ti, seremos sólo una pareja que nos amamos.
--pero es que seguimos siendo una pareja con diferencia de edad.
Los dos se hablan con amor, ella se reprime, él defiende su punto de vista con ansias.
--vamos a tener un hijo y ¿tú crees que hay algo por encima de eso? ¿Tú crees que tendríamos ese hijo si alguien allá arriba no estuviera de nuestro lado ? me vas a separar de ti y de mi hijo?
Roberta le sonríe enamorada y lo besa. Él suspira.
--no te voy a separar de tu hijo. Tienes razón, un hijo es un lazo con el que ya nadie puede romper.
Félix está más tranquilo pero sigue sin saber qué es lo que piensa Roberta. Está muy angustiado porque si Roberta lo rechaza de nuevo no sólo perdería la mujer de su vida, sino a su hijo. Se desespera, unas lágrimas aparecen por su rostro.
--es que no importa si yo soy más joven, si tu eres mayor. No es una joven quien me va a dar un hijo ¡¡eres tú¡¡ya eres mi esposa aunque sí es cierto que me encantaría quitarte lo de viuda de para que seas señora de, mi señora. mía y de nadie más.
--ya lo soy --dice ella coqueta.
--¿y entonces? –ansioso.
--nos iremos de barrio, comenzaremos como una pareja, ya tendremos tiempo de casarnos.
Félix y ella se funden en un abrazo y un beso.
--es curioso, tu padre va a tener casi al mismo tiempo un hijo y un nieto.
--borra a Rafael de tu vida para siempre. No quiero que ni lo recordemos, aunque siempre le agradeceré que te haya puesto en mi camino no quiero que pienses en él –en un tono molesto porque no le gusta pensar en el que fue esposo de su madre.
--desde que tú apareciste en mi vida sólo en pensando en tres hombres, en ti y en mis hijos –enamorada.
Félix sonríe seductor y se vuelven a besar:


8 meses después…
Roberta está en la sala de partos. Félix está con ella en su perfecto papel de padre y esposo.
--empuja mi amor, empuja.
Con mucho dolor, Roberta da a luz a su tercer varón. Ninguno de los dos contiene el llanto. Félix corta el cordón que une a madre e hijo, él mismo coloca a su hijo en el pecho de su amada. Los dos están emocionados. Roberta cansada.
--es nuestro hijo, Manuel. Como mi padre, mi verdadero y único padre –Félix emocionado.
--te amo --dice la madre cansada y feliz.
--gracias, gracias por el regalo maravilloso de tu amor y de este hijo –solloza Félix.
Él la acaricia. Ella habla rota por el cansancio y la emoción:
--hoy es el día más feliz de mi vida. Es la primera vez que recibo a mi hijo estando enamorada del padre, teniendo al padre al lado. Mi hijo, mi tercer hijo, el verdadero hijo del amor. Es un sueño.
Félix no deja de mirar con el rostro lleno de lágrimas a su esposa y a su hijo.

Mientras en casa de Roberta, Juan Segundo con su hija en brazos y Bartolomeito están al pendiente del teléfono. El pequeño aprovecha que su hermano carga a su hija para tomar el teléfono él. Es Félix que radiante le dice:
--¡ya soy papá. Nació mi hijo Manuel¡
Bartolomeito se pone muy contento:
--¡¡un niño, otro hermanito¡¡
--¿y mamá?¿cómo está mamá? pregúntale --Juan Segundo.
Bartolomeito le pasa la pregunta a Félix que responde:
--FELIZ, los dos estamos felices.
Bartolomeito le da la respuesta a su hermano. Juan Segundo mira con cierta tristeza a su hija y dice para sí.
--Mi María, mi pequeña princesa, Ojalá así hubiera sido cuando naciste tú. Es tan bonito recibir un hijo cuando llega con amor y cuando, aunque yo te quise siempre, tu mamá parece que no nos quiere ni a ti ni a mi.

En otra parte de la ciudad, se abre las rejas de la cárcel y sale un hombre de unos cincuenta años.
--¡¡Juan¡¡
Milagros lo está esperando. Lo mira seducida. Ella corre hacia él y lo abraza. A él le gusta sentirse seductor:
--has cumplido tu promesa. Sin tu ayuda aun seguiría preso y ahora yo cumpliré la mía.
Milagros ya no piensa tanto en su plan sino en estar con ese hombre que tanto le gusta.
--vamos, vamos a algún sitio. Me muero por estar contigo sin controlar el tiempo --dice él sediento y sólo llevado por el instinto de la carne.
Milagros ha alquilado un apartamento para ellos dos, hacen el amor como bestias. Él se viste, tiene muchas cosas que hacer. Ella queda en la cama feliz.
--después de hacer lo que planeamos viviremos juntos, estaremos juntos.
--¿y qué le dirás a Juan Segundo?¿le dirás que lo dejas por su padre?
Juan ríe, ella no dice nada. No sé da cuenta que Juan no tiene intenciones de quedarse a su lado.

Mientras, Roberta está feliz en la habitación con su hijo en brazos. A su lado Félix los mira ensimismado. Ella lo mira enamorada.
--mi amor…
--dime –Félix dulce.
---creo que ya ha llegado el momento de casarnos. si tu quieres claro.
Félix lo mira feliz:
--hablas en serio?
--me gustaría mucho.
Como respuesta Félix le da un beso.

Días después. Félix sale de la pensión con su padre. Los dos se montan en el auto. De repente aparece un hombre encapuchado con un arma, empieza a disparar pero no hiere a nadie. Se lleva a Félix a la fuerza al que mete en su carro. Feliz y de blanco Roberta llega a la iglesia con Juan Segundo y Bartolomeito. Todos los invitados ya los están esperando. No hay rastro del novio.
--ya es de la hora. ¡¡Félix es muy puntual¡¡ --Roberta nerviosa.
Juan Segundo sonríe:
--seguro que encontró tráfico. Ni modo que te haya dejado plantada, con lo que deseaba casarse contigo.
Roberta siente una gran angustia. En eso que llega Manuel, se dirige sofocado y herido al coche de la novia:
--¡¡han secuestrado a Félix. Han secuestrado a Félix¡¡
Milagros que se acercaba a su padre tiene una fuerte crisis de nervios. Se aleja de todos para que no la descubran:
--¡¡no, no. Era a Roberta. tenía que lastimar a Roberta, no a mi hermano¡¡¡

Mientras, Juan avanza a todo marcha. Tiene a Félix amordazado en la parte de atrás. Juan tiene muchos planes de futuro pero ninguno se les cumplirá ya que, al intentar adelantar con exceso de velocidad un camión, sufre un aparatoso accidente.

Roberta en seguida se presenta al hospital con Juan Segundo. No pueden ver a Félix pero le piden que vayan a ver el cadáver del hombre que se llevó a Félix por si lo conocen. Roberta va sola. Tiene un mal presentimiento.
--este es el hombre que secuestró a su novio --le dicen.
Sus malos presagios se cumplen.
--¿tú?
No esperaba que Juan Segundo estuviera detrás de ella.
--lo conoces ?
Roberta no dice nada. Él insiste.
--¿¿quien es?¿¿quien es?
Roberta mira el cadáver de Juan y dice:
--es tu padre, lo último que supe de él es que estaba en la cárcel por matar a su novia y a la pareja de ésta.
Juan Segundo mira a ese cadáver muy impresionado.
--ven, vamos. Vamos a ver a Félix –le dice Roberta llevándoselo.

Al día siguiente, Félix abre los ojos está en una cama de hospital. Roberta está a su lado. Sonríe aliviada.
--¿que me pasó? –aturdido.
Roberta lo besa cariñosa:
--nada, ya nada importa. Estamos juntos y nadie nos hará daño.

Por otro lado, Juan Segundo observa de lejos el entierro de su padre que él ha pagado. No hay nadie. De repente se sorprende al ver a Milagros acercándose a la tumba. Va hacia a ella.
--¿tú? tenias que ser tú la que estuvieras detrás de todo --le reprocha.
Milagros está muy afectada:
--no era esto lo que yo planeé. No lo era.
Juan Segundo la mira dolido:
--no te quiero volver a ver.
Juan Segundo se aleja de ella. Milagros lo llama. Él se para pero no la mira.
--sólo te quería decir que espero un hijo de Juan –dice ella atormentada-- pensé que te gustaría saberlo.
Juan Segundo llora decepcionado y la deja sola.

Meses después, Milagros sale del hospital con su hija en brazos. Se sorprende al ver en la puerta a Juan Segundo con su hija mayor.
--no te esperaba.
--aún soy tu marido. Te llevo a casa.
--gracias por darle el apellido a mi hija Juana. Ha sido todo un detalle.
--aunque tu no me quieras yo siempre te voy a llevar en mi corazón. Además lleva mi sangre
Se paran frente al coche. Él la ama y le duele estar cerca de ella y no tenerla. Milagros trata de acercarse a él.
--me gustaría tanto poder ser feliz a tu lado. Deja que mis hijas y yo estemos a tu lado, dame una oportunidad para demostrar que te puedo querer.
--hablas en serio. Es eso lo que quieres ? -sorprendido y emocionado.
--si.
Juan Segundo lleva mucho deseando escuchar eso.
--ven acá --le dice cariño estrechándola contra su pecho.
Se besan apasionadamente con las dos niñas como testigos.

Cae la noche, en casa de Roberta ya Bartolomeito duerme, Roberta acuesta al pequeño Manuel. Félix está desnudo en la cama de Roberta. En el salón una foto de una boda, la de Félix y Roberta preside la estantería. Roberta entra en el cuarto. Se desnuda ante él que la mira sediento y unen sus cuerpos felices de tener una amor de verdad, un amor que compartir con el mundo.
fin.









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