martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 19



Ya falta muy poco para la boda, Juan Segundo está muy nervioso. Bartolomeito no hace más que decir:
--¿y Félix? ¿no va a venir mi hermano Félix a tu boda?
Roberta fulmina con la mirada Juan Segundo y le susurra al oído:
--¿no lo habrás invitado, no?
Muy nervioso, Juan Segundo dice:
--claro que no. Ya te dije que yo ni me acordaba que él y su padre eran de por aquí., tranquila. YO no me invitado a Félix.
Roberta no imagina lo cerca que está su amado pero si lo presiente. Siente que su corazón se le va a salir del pecho, es como si su alma se dieran cuenta le quisiera decir que tiene el amor a dos pasos. Félix camina con ansiedad. Su respiración es acelerada, los latidos de su corazón son de mil por minuto. No deja de pensar en Roberta, en lo mucho que le gustó esa mujer la primera vez que la vio, en lo feliz que fue cuando hicieron el amor. Se lleva la mano al pecho que le duele de felicidad por pensar que volverá a ver a su amada y del dolor de no tenerla.
--Roberta, mi Roberta. Tengo que poner toda la carne en el asador, tenés que ser mía otra vez. Estos dos meses sin ti han sido muy duros, después de vivir los días más felices de mi vida contigo no concibo mi vida sin ti.
Félix está llegando al templo. Lo hace por la parte de atrás para que Roberta no lo vea llegar. Juan Segundo ya le ha advertido que no debe llegar muy pronto, el novio prefiere que el escándalo sea ya cuando la ceremonia vaya a empezar porque así tiene la esperanza que no se detenga la boda. Félix se queda en la esquina, le separan apenas unos metros de su amada. Se asoma un poco y se estremece todo al verla a ella. Roberta está radiante. Verla de nuevo golpea con fuerzas el alma del joven. Suspira enamorado.
--que hermosa, es ¡¡cuánto la amo¡¡
Se siente como un volcán que tiene que entrar en erupción. Desea correr hacia ella, besarla, abrazarla pero tiene miedo. Tiene miedo al rechazo y tampoco quiere estropear la boda de su hermana. Él es el primer interesado en que su amada se convierta en la suegra de su hermana. Roberta está muy nerviosa, es como si se diera cuenta que su amado la está observando. Siente escalofríos por todo el cuerpo. Félix no deja de mirarla, se estremece por haberla visto de lejos.
--si me dejara amarla, estar con ella. Ojalá en estos dos meses me haya echado de menos y vuelva conmigo sin reservas. Espero que al fin la mala época haya quedado atrás y ahora sí pueda ser feliz con la mujer que yo quiero sin importarnos nada más.
Roberta está muy inquieta, aunque Juan Segundo trata de pasar del tema, ella sabe que ese es el pueblo de su amado y siente a Félix muy cerca. Cree que es por el hecho de estar en su pueblo no porque él esté a pocos metros.
--¿qué me hiciste, maldito qué? --piensa en una mezcla de dolor y de amor-- tu venganza salió mejor de lo que esperaba porque me enamoré de ti y no voy a poder amar a otro hombre. Aunque he luchado con todas mis fuerzas por olvidarte no te puedo arrancar de mi corazón.
A la madrina del enlace se le escapan algunas lágrimas. Juan Segundo no hace más que mirar a su alrededor para estar preparado a la llegada de su cuñado. Se pone nervioso al verlo tras una esquina. Sabe que está muy cerca el momento en el que se tenga que enfrentar a su madre y a su novia.
--A Milagros le preocupa demasiado tener la boda de sus sueños y a mamá siempre le ha importado el qué dirán. Espero que ninguna de las dos quiera hacerme un escándalo --piensa.
Observa a Félix que está en la esquina mirando a Roberta. Los dos chicos están muy nerviosos. Juan Segundo toma a su madre del brazo:
--ven, ya tenemos que entrar.
--¿porqué?¿y cuándo voy a conocer a la novia?
--en la iglesia.
--pero es que cuando llegue ya será para comenzar la ceremonia.
--esto es sólo un trámite, mama. lo importante es la fiesta de después. Ya habrá tiempo para conocernos las dos familias.
--todo esto me parece muy raro. No entiendo porque hacen estas cosas.
--porque es mi boda y yo quiero que sea así.
--pues ni modo.
Juan Segundo se siente más tranquilo porque gana un poco de tiempo. Entra al templo con su madre y su hermano porque tampoco le interesa que Bartolomeito vea al hermano de la novia antes de tiempo. Cuando ya Roberta está dentro, Félix sale de su escondite. Se queda a los pies de la escalera.
--te amo Roberta. Te amo --susurra flojito.
Y en eso que llega la novia. Milagros va de blanco, con un aparatoso traje de novia de época. Parece una emperatriz. Es la envidia de sus amigas. Entra en el templo del brazo de su padre. Félix entra por un lateral y se va escondiendo entre la gente. Roberta no reconoce a Milagros de lejos por el tul que cubre su rostro. Milagros se dedica a mirar de un lado y otro sonriendo porque le encanta ser el centro de atención, le gusta sentirse envidiada. Ya en el momento que están frente a frente, las dos mujeres se reconocen, las dos mujeres tienen una fuerte impresión, pero ninguna de las dos mujeres no quieren un escándalo y aunque se nota que pasa algo MIlagros dice flojito:
--¿¿qué es todo esto?
Las dos mujeres miran a Juan Segundo sin entender. Con miedo, Juan Segundo dice:
--mi amor, ella es mi mamá. ¿ya se conocen, no?
Manuel, que es el que entrega a la novia, no entiende lo que pasa. Félix se ha quedado al margen, Bartolomeito que está en el altar lo ve y corre hacia él contento gritando su nombre. Roberta no da crédito a lo que está pasando. Félix toma en sus brazos al hijo de su amada, sonríe a Roberta que siente una mezcla de odio y amor, de bonito y feo.
--¿¿qué burla es esta? --preguntan las dos mujeres a la vez.
--yo no sabía como enfrentarlas, Félix y yo pensamos que lo mejor es no decir nada --Juan.
Viuda y amante se miran con mucho rencor.
--¿alguien me puede explicar lo que está pasando? --Manuel.
Furiosa, Roberta dice:
--¡¡¡no te vas a casar con esta mujer, no¡¡
Juan Segundo defiende su amor:
--ya es mi esposa. nos casamos por el civil.
Roberta tiene el rostro desencajado por la rabia y se va corriendo para sorpresa de todos los presentes. Félix deja a Bartolomeito con Juan Segundo:
--no te muevas de aquí --le dice.
Y va tras Roberta. Manuel se ha quedado con su hijo y el novio.
--¿qué es lo que pasa?
Juan Segundo mira a Milagros con miedo:
--mi amor, yo…
Milagros no lo deja seguir. Lo mira fríamente y dice:
--esto no te lo voy a perdonar nunca. Luego hablamos.
Milagros se acerca al sacerdote:
--¡¡que empiece la boda¡¡
A pesar que ni lo mira y que no lo quiere tocar, Juan Segundo está feliz de que esa boda no se haya suspendido.


Roberta sale corriendo del templo.
--¡¡esto es una pesadilla¡¡
Félix sale tras ella.
--¡¡Roberta¡¡
Félix y Roberta vibran al estar juntos de nuevo pero ella está furiosa y tiene miedo. Sale corriendo pero él va tras ella y la abraza por la espalda. Muy dulce él le dice:
--Roberta, tu hijo ama a mi hermana. Deja que sean felices.
Roberta se libra de los brazos de ese chico que tanto le gusta y tanto le atormenta. Lo mira con amor y ese amor no le perdona el supuesto engaño. Él la mira con ternura, la quiere acariciar pero él le da un golpe en la mano y con furia dice:
--¡¡esto es parte de vuestra venganza. Tu hermana quiere arruinar la vida de mi hijo. ¡¡¡A mi me dijo que el hijo que espera es de tu padre y a saber que le dijo a mi hijo¡¡
A Félix le duele ver todo ese rencor en el rostro de su amada:
--tu hijo sabe toda la verdad, sabe que mi hermana espera un hijo de tu esposo.
--¡¡dijo que iba a abortar¡¡
--fue Juan Segundo quien la convenció que no abortara. Él si cree en nosotros, él si cree que tu esposo violara a mi hermana y la embarazara y ya ves, se ha convertido en el padre de ese niño.
--¡¡yo no creo eso ¡¡
--preguntale.
--¡¡eso voy a hacer¡¡
Roberta decide que volverá al templo pero Félix le agarra del brazo:
--deja que tu hijo sea feliz.
--¡¡no quiero emparentar con tu hermana¡¡
Félix se le pone delante y la estrecha contra su pecho. Los dos tiemblan, sus labios se gritan amor. Muy seductor él dice:
--¿¿Porque?, ¿tienes miedo a reconocer que me amas. ?
Ella lo siente muy suyo y no es capaz de seguir negando la realidad. Lo mira con amor aunque también con dolor.

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