martes, 23 de agosto de 2011

capitulo 23


Juan Segundo y Milagros llegan a la habitación de su hotel en el que pasaran la noche de boda. Él la quiere tomar en brazos pero ella no se lo permite. Ella está furiosa pero él prefiere hacer el que no pasa nada.
--por fin, solos mi amor.
Juan Segundo abraza a Milagros pero ella lo rechaza.
--¿¿qué te pasa?
--¿¿y aún me lo preguntas?¡¡no quiero que tu madre se acueste con mi hermano¡¡¡
--Mi amor, me duele que te portes así. Me haces sentir que no te importo nada, que te importa más ese desgraciado que te preñó¡¡ --Juan triste.
Aunque le gusta su marido y por Rafael siente sólo rencor, no puede olvidar que lo humilló por culpa de Roberta.
--¡¡Rafael era un maldito y lo detesto, yo no quería nada de él, sólo me gustó y quería pasar un rato bonito. Sólo esperaba no sé unos días románticos, pero él me trató como una prostituta. ¡¡No me habló de tu madre hasta que ya se había acostado conmigo¡¡me dejó porque tenía prisa para irse con ella¡¡¡¡qué bueno que Dios hizo su justicia y lo castigó como se merecía. No sabes cómo disfruté su muerte pero no quiero que tu madre sea feliz con Félix ¡no¡¡
Juan Segundo la mira triste:
--entonces me engañaste, no te violó. Te le regalaste. Te le regalaste sin conocerlo tal y como hiciste conmigo. Yo no fui importante para ti, sólo me has aceptado por capricho ¿verdad? por sacarte de un apuro.
--¡¡eso ya no importa, si quieres que nuestro matrimonio funcione me tienes que ayudar a separar a mi hermano de tu madre¡¡ --le exige rabiosa.
--¿qué? --sorprendido-- yo no voy a hacer eso. No voy a lastimar a mi madre¡¡
Milagros lo bofetea y furiosa dice:
--¡¡no me puede hacer esto¡¡¡soy tu esposa¡¡¡tienes que ponerte de mi lado¡¡
Juan Segundo la toma de la mano pero ella lo rechaza:
--es que no nos conviene ponernos en contra de mi madre. ¡¡Entiéndelo¡¡
--¡¡yo no entiendo nada, yo lo único que entiendo es que voy a separar a esos dos con tu ayuda o sin ti¡¡
--olvida el rencor y disfrutemos de nuestra noche de bodas, la luna de miel.
--¡¡ni lo sueñes¡¡ --llena de rabia.
--¿¿qué?
--que si no me ayudas a destruir esa relación no hay noche de bodas y mucho menos luna de miel.
Juan Segundo mira a Milagros con el rostro desencajado:
--no me puedes hacer esto.
--¡¡¿¿y tú¿¿¿¡quieres que me acueste contigo después de darme la espalda??
--mi amor yo, Nosotros somos una pareja, tu hermano y tu madre otra, que cada cual haga su vida como le parezca --dulce
Juan Segundo iba a acariciar a Milagros pero esta se aparta de él y con dureza le exige:
--¡¡si quieres que sea tu esposa de verdad ya sabes lo que tienes que hacer¡¡
--¡¡no pienso consentir tus caprichos¡¡
--¡¡pues yo me voy a casa de mi padre¡¡
Milagros iba a tomar su maleta pero él la agarra y dice:
--¡¡eres mi esposa y no me vas a dejar, sino hay luna de miel nos regresamos a nuestro apartamento¡¡
--¡¡pues ni creas que vamos a dormir en la misma cama¡¡
Milagros se encierra en el baño:
--¡¡me cambio y nos vamos¡¡ --dice furiosa.
Juan Segundo se lleva las manos a la cabeza. Está desesperado. Nada es como él soñó.






Es ya de noche cuando Félix y Roberta llegan a la casa en la capital. Bartolomeito duerme en brazos de Félix. Él lo acuesta muy fraternalmente mientras Roberta prepara una copa a su amado. Se queda mirando la foto de Rafael. Cada vez le molesta más verla. Félix la abraza y la besa en el cuello:
--aún tienes esa foto?
Ella cree que se refiere a la de Rafael pero en realidad él habla de la suya. Aunque también le molesta la de Rafael es algo que no quiere cuestionar.
--bueno, ya estamos en nuestra casa. Se supone que estás en calidad de mi hijastro. Me siento tan mal cuando en realidad eres mi amante –aturdida.
Se abrazan y él la acaricia:
--que no te sepa mal, lo de hijastro es una excusa para amarnos sin tener que explicar nada a tu hijo aunque estoy seguro que no le importará.
Los dos se besan con la foto de Rafael como testigos. Las dos la miran.
--te quería decir que Rafael no violó a mi hermana. Ella se le regalo pero no sabía que era casado.
Roberta toma la foto de su marido:
--no me importa, ya. Aunque a veces me siento mal porque hace poco que murió, todo ese amor que sentí por él me parece tan lejano. ¿te importa si saco todas las fotos de tu padre?
Félix sonríe seductor:
--nada me gustaría más.
Roberta desmonta ese retrato y ella misma la rompe. Luego es Félix el que rompe otras fotos que hay del hombre. Roberta lleva coqueta a Félix hasta su dormitorio. Él cierra la puerta, los dos se desnudan mientras se devoran con los ojos y acaban haciendo el amor. Después reposan el uno feliz en brazos del otro. Miran sus cuerpos desnudos y se acarician. Roberta reposa su cabeza en el fornido pecho del joven mientras él la acaricia:
--me parece mentira que estemos así juntos. Esto es un sueño.
--lo que es un sueño es que tú no te hayas ido, no sabes cómo me dolía verte tan angustiada después de hacer el amor conmigo.
--te amo tanto. Es una locura pero… bendita locura.
Roberta mira a su joven amante y él sonríe seductor. Se besan.






Días después. ..
Félix y Juan Segundo están desayunando juntos.
--se te agradece que me quieras ayudar. Siento que te vayan mal las cosas con mi hermana.
--no me tienes que agradecer nada, yo no puedo ser cómplice de no sé qué cosa. No me puedo poner en contra de mi madre.
--pero para defender nuestra relación te tienes que poner en contra de tu esposa.
--aunque me duela Milagros no me quiere. No sé porqué se casó conmigo pero no me quiere. Ese odio que siente por mi madre no es normal. Mi madre ha intentado acercarse a ella y Milagros la rechaza con celos
--tampoco pueden ser celos. Milagros sólo vio a Rafael una vez.
Juan Segundo se muere de los celos:
--¡¡no me lo recuerdes¡¡¡que rabia¡¡¡sólo se vieron una vez pero el hijo de ese hombre crece dentro de ella¡¡
--eres un gran tipo y ojala mi hermana te valore –Félix fraternal.
--aunque las cosas con tu hermana no vayan bien sí te puedo asegurar que voy a ser un gran padre para mi hijo.
--de eso estoy seguro. Y te agradezco que quieras a mi sobrino a pesar que…
Félix se calla.
--a pesar que es el hijo de tu hermana y es además tu hermano?
--si --molesto.
--que complicadas a veces son las cosas, con lo bonito que es el amor. Tú amas a mi madre pero te tienes que conformar con amarla en secreto porque es la viuda de tu padre y yo… amando a una mujer que espera un hijo del marido de mi madre.
--Yo sé que mi hermana se dará cuenta del gran hombre que eres y Roberta y yo nos amamos y sé que sólo es cuestión de tiempo.
--cuenta conmigo. Aunque tenga que dormir toda mi vida en el sofá no voy a permitir que nadie les lastime.
Félix le sonríe. Los dos se abrazan fraternalmente.

En la noche, cuando Bartolomeito duerme y después de un largo día fingiendo, Félix se mete en el dormitorio de Roberta y se aman intensamente. No se dan cuenta que se abre la puerta de la casa. Alguien se acerca al dormitorio donde la pareja hacen furiosamente el amor. De repente de abre la puerta del dormitorio y sobre la pareja de amantes cae un fotógrafo, un notario, testigos y un hombre que dice:
--¡¡miren, miren a la madre de mi hijito acostándose con el hijo de su difunto marido en la misma casa en la que vive mi hijo. Vive en esta casa con su hijastro como si fuera su hijo y se acuesta con él. ¡¡Lo ven? no puede dejar a mi hijo con esta ramera¡¡?
Roberta se tapa con vergüenza. Félix se levanta de la cama cubriéndose con una sábana:
--¿¿qué es todo esto?
Félix se enfrenta a todos, no deja que les hagan más fotos.
--ya tenemos muchas. --dice burlón el hombre que ha hablado.
Roberta llora:
--¿porque me haces esto, Bartolomé?
--¡¡por perdida ¡¡
Félix le tumba a un puñetazo. Félix se quiere lanzar contra el fotógrafo pero el notario le para los pies:
--¡¡no compliques las cosas jovencito¡¡no le conviene a tu amante¡¡
El ex marido de Roberta se le ríe y le dice a Félix:
--¡esto es lo único que faltaba. Gracias a ti Roberta va a perder la custodia de Bartolomeito ¡¡
Félix mira a Roberta con desesperación. La mujer está en la cama hundida y avergonzada mientras su ex marido la mira burlón.



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